Ginebra.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó por primera vez referencias a la medicina tradicional china en su índice de enfermedades.
Según la publicación de la actualización número 11 de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11), se incluyen condiciones médicas definidas por doctores tradicionales chinos, japoneses y coreanos, informó la agencia de noticias DPA.
Aunque millones de personas usan la medicina tradicional en todo el mundo, nunca había sido clasificada antes en este sistema. “La medicina tradicional (china) tiene éxitos, al igual que la medicina occidental”, manifestó Robert Jakob, que trabajó en la actualización de la ICD-11 en la OMS.
En una conferencia de prensa señaló que la medicina china puede jugar un rol fuera de Asia y mencionó que la acupuntura puede reducir la necesidad de utilizar medicina para el dolor o anestesia en los países occidentales.
La nueva ICD-11 no sólo enumera trastornos de salud como el calor pulmonar, piel seca o dolores de crecimiento, sino que describe cómo la medicina china clasifica patrones por elementos naturales, temperaturas o principales órganos internos del cuerpo.
En 1979, dada la creciente popularidad de la acupuntura y el interés de algunos países para introducir los tratamientos propios de la medicina tradicional china en su sistema nacional público de salud, la OMS elaboró unas directrices sobre la seguridad de la acupuntura y su efectividad. La institución publicó un documento con las enfermedades, que por su evolución y efectividad eran recomendadas de tratarse con acupuntura. Entre ellas están las enfermedades respiratorias, gastrointestinales, enfermedades neurológicas, enfermedades oculares, enfermedades de la boca, enfermedades músculo esqueléticas y de la piel.
Hay que recordar que la medicina tradicional china, conocida por sus siglas MTC, es un sistema médico completo chino que permite preservar y recuperar la salud. Para ello se basa en la idea de que la parte no puede comprenderse sin su relación con la totalidad.
Aunque, los objetivos finales de la MTC son los mismos que los de la medicina occidental: preservar y recuperar la salud, pero sus fundamentos diagnósticos y sus herramientas terapéuticas la hacen diferente e independiente. Para ello se vale de la observación del paciente con atención: aspecto de los ojos, lengua, oídos, sonido de la voz; escuchar y oler, preguntar acerca del historial del paciente, hacer la toma de su pulso, entre otros.
La historia de la CIE se remonta a la Inglaterra del siglo XVI. Cada semana, los London Bills of Mortality anunciaban muertes por causas claramente medievales: escorbuto, lepra y la enfermedad más letal de todas, la peste.
Sin embargo, no fue hasta finales del siglo XIX cuando los datos comenzaron a recopilarse de forma más sistemática, y ello gracias a Florence Nightingale, quien al regresar de la Guerra de Crimea abogó por la necesidad de recopilar estadísticas sobre las causas de enfermedad y muerte.
En aquella misma época, el estadístico francés Jacques Bertillon presentó la Clasificación de Causas de Muerte de Bertillon, que fue adoptada por varios países.
En el decenio de 1940, la Organización Mundial de la Salud adoptó el sistema de Bertillon y lo amplió para incluir estadísticas sobre las causas de traumatismos y enfermedades, lo cual se convirtió en la primera versión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Traumatismos y Causas de Defunción (CIE). Esto permitió por primera vez recopilar datos sobre morbilidad y mortalidad para trazar un mapa tanto de las tendencias de las enfermedades como de las causas de muerte.
Las consecuencias que tiene la codificación de la CIE para la prestación de atención sanitaria, así como para la financiación de la salud y los seguros de enfermedad, conllevan que los médicos, los grupos de pacientes y las aseguradoras, entre otras entidades, se tomen muy en serio el uso de la CIE; muchos grupos a menudo tienen posiciones firmes sobre si se debe incluir o no una afección o sobre cómo se debe clasificar.
Por ejemplo, algunas personas que trabajan en el ámbito de los accidentes cerebrovasculares han estado presionando durante mucho tiempo para que estos accidentes se trasladen desde las enfermedades circulatorias, donde han estado durante seis decenios, a las enfermedades neurológicas, donde ahora se encuentran en la CIE-11. Aquellos que abogaron por el traslado adujeron que el principal motivo era las implicaciones clave que ello supondría para el tratamiento de la enfermedad y la notificación de las muertes.
Un aspecto esencial que se ha de tener en cuenta a la hora de utilizar la CIE es que la inclusión o exclusión no representa un juicio sobre la validez de una afección o la eficacia de un tratamiento. Por tanto, la inclusión por primera vez de la medicina tradicional es una forma de registrar los datos epidemiológicos sobre trastornos descritos en la antigua medicina china, de uso común en China, el Japón, Corea y otras partes del mundo.
FUENTE: http://www.eluniversal.com/estilo-de-vida/12950/oms-incluye-la-medicina-china-en-el-indice-de-salud
FUENTE: http://www.who.int/es/temas-salud/cie-11
FUENTE: http://www.who.int/es/news-room/detail/18-06-2018-who-releases-new-international-classification-of-diseases-(icd-11)